- " ...Estoy solo, y soy miserable; el hombre no quiere asociarse conmigo; pero no me negará ese vínculo un ser que fuese tan deforme y horrible como yo mismo. Este compañero ha de ser de la misma especie, y tener los mismos defectos, y tú debes crearlo.”
El ser dejó de hablar, y fijó sus ojos en mí, ansioso de una respuesta. Pero yo me sentía desconcertado, perplejo e incapaz de organizar mis ideas en la medida necesaria para comprender la verdadera trascendencia de su propuesta.
Continuó hablando:
- “Debes crear una mujer para mí, una persona con la cual pueda vivir intercambiando las simpatías necesarias para mi ser. Sólo tú puedes hacerlo; y te lo reclamo como un derecho que no puedes rehusarme.”
Frankenstein
Mary Shelley
Mary Shelley
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