- Ha muerto, ¿sabes? Pobre chiquillo.
Xar se quedó sin habla, tan grande fue su sorpesa. El prisionero continuó desvariando.
- Hay quien diría que no tenía la culpa de ser como era, teniendo en cuenta cómo fue criado y todo eso. Una infancia desdichada y sin amor, un padre que era un hechicero malévolo... El pequeño no tenía la menor posibilidad. ¡Esa historia no me convence! -El viejo parecía terriblemente acalorado-. Ahí está el problema del mundo. Ya nadie está dispuesto a asumir la responsabilidad de sus actos. Adán culpa del incidente de la manzana a Eva. Ella dice que obró por influencia de la serpiente. La serpiente dice que, en primer lugar, la cupla es de Dios por poner el árbol allí. ¿Lo ves? Nadie quiere asumir su responsabilidad.
- ¿Qué hay de Bane? -insistió.
- ¿Y tú! -Gritó el viejo, sin hacerle caso-. Has fumado cuarenta paquetes de cigarrillos al día desde que cumpliste los doce y ahora culpas a un anuncio de producirte cáncer de pulmón.
- ¡Eres un chiflado delirante! -Xar empezó a dar media vuelta-. Mátalo -ordenó a Marit.- No sacaremos nada más de este idiota mientras siga vivo...
- ¿De qué estábamos hablando? ¡ah, sí! De Bane. -El viejo suspiró y movió la cabeza. Volvió la vista hacia Marit y añadió- ¿Quieres que te cuente algo de él, querida?
Xar se quedó sin habla, tan grande fue su sorpesa. El prisionero continuó desvariando.
- Hay quien diría que no tenía la culpa de ser como era, teniendo en cuenta cómo fue criado y todo eso. Una infancia desdichada y sin amor, un padre que era un hechicero malévolo... El pequeño no tenía la menor posibilidad. ¡Esa historia no me convence! -El viejo parecía terriblemente acalorado-. Ahí está el problema del mundo. Ya nadie está dispuesto a asumir la responsabilidad de sus actos. Adán culpa del incidente de la manzana a Eva. Ella dice que obró por influencia de la serpiente. La serpiente dice que, en primer lugar, la cupla es de Dios por poner el árbol allí. ¿Lo ves? Nadie quiere asumir su responsabilidad.
- ¿Qué hay de Bane? -insistió.
- ¿Y tú! -Gritó el viejo, sin hacerle caso-. Has fumado cuarenta paquetes de cigarrillos al día desde que cumpliste los doce y ahora culpas a un anuncio de producirte cáncer de pulmón.
- ¡Eres un chiflado delirante! -Xar empezó a dar media vuelta-. Mátalo -ordenó a Marit.- No sacaremos nada más de este idiota mientras siga vivo...
- ¿De qué estábamos hablando? ¡ah, sí! De Bane. -El viejo suspiró y movió la cabeza. Volvió la vista hacia Marit y añadió- ¿Quieres que te cuente algo de él, querida?
En el Laberinto
El Ciclo de la Puerta de la Muerte VI
Margaret Weis - Tracy Hickman
El Ciclo de la Puerta de la Muerte VI
Margaret Weis - Tracy Hickman
4 comentarios:
Joou... voy a dejar de comentar porque siempre hago lo mismo... ^^
Me encata :)
si a mi me encanta comentar... pero freno mis impulsos
jo yo estoy poniendo viejas glorias y de todo lo que estas poniendo tu no he leido casi nada =(
Claroo asi lees cosas nuevas... pero las viejas glorias nunca deben faltar!!
jijiji una cosilla... se llama Tracy... no Terry :D
jo es que no sabes lo que tardé en publicarla... que aunque ponga las 23.40 en realidad alas 00.30 aun estaba modificando cosas... y al final ya no sabia ni como llamarlo XD
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