lunes, 9 de noviembre de 2009

Quid Pro Quo

- ¿No sabes, idiota estúpido, lo que es la vida? - dije al fin.
- ¿La vida? - jadeó el viejo muy viejo.
- Es un trato. Un trato que hiciste con Dios. Él te da la vida y tú se la pagas. No, no es un regalo sino un préstamo. No todo es cuestión de recibir, sino de dar. ¡Quid pro quo!
- ¿Quid...?
- ¡Pro quo! Una mano lava la otra. Recibes y devuelves, das y te dan. ¡Y tú! ¡Qué desperdicio! Dios mío, hay por ahí diez mil personas que darían la vida por tu talento, que morirían por ser lo que tu eras y ya no eres. Préstame tu cuerpo, dame tu cerebro si no lo quieres, devuélvelo, pero, Dios mío, ¿arruinarlo? ¿Perderlo para siempre? ¿Cómo pudiste hacerlo? ¿Que te llevó a eso? ¡Suicidio y asesinato, asesinato y suicidio! ¡Maldito, maldito seas!

Quid Pro Quo
Cuento incluido en el recopilatorio Algo más en el equipaje
Ray Bradbury


2 comentarios:

Mushi dijo...

...Intercambio Equivalente...

Anónimo dijo...

jajaja es cierto!! :)