... llega un momento en que la violencia se convierte en algo juvenil y aburrido. Pero en cierto modo ser joven es como ser un animal. No, no es tanto ser un animal sino uno de esos muñecos malencos que venden en las calles, pequeños chelovecos de hojalata con un resorte dentro y una llave para darles cuerda fuera, y les das cuerda grrr grrr grrr y ellos itean como si caminaran, oh hermanos míos. Pero itean en línea recta y tropiezan contra las cosas bang bang y no pueden evitar hacer lo que hacen. Ser joven es ser como una de esas maquinas mecánicas.
Cuando tuviera un hijo se lo explicaría todo en cuanto fuera lo suficiente starrio para comprenderlo, y haría todas las vesches que yo había hecho, sí quizás incluso mataría a alguna pobre starria forella entre cotos y coschacas mullantes, y yo no podría detenerlo. Ni tampoco el podría detener a su hijo, hermanos. Y así itearía todo hasta el fin del mundo, una vez y otra vez y otra vez, como si un boliche gigante cheleveco, o el mismísimo viejo Bogo hiciera girar y girar y girar una vonoa y grasña naranja entre las rucas gigantescas.
Cuando tuviera un hijo se lo explicaría todo en cuanto fuera lo suficiente starrio para comprenderlo, y haría todas las vesches que yo había hecho, sí quizás incluso mataría a alguna pobre starria forella entre cotos y coschacas mullantes, y yo no podría detenerlo. Ni tampoco el podría detener a su hijo, hermanos. Y así itearía todo hasta el fin del mundo, una vez y otra vez y otra vez, como si un boliche gigante cheleveco, o el mismísimo viejo Bogo hiciera girar y girar y girar una vonoa y grasña naranja entre las rucas gigantescas.
La Naranja Mecánica
Anthony Burgess
Anthony Burgess
2 comentarios:
><
Que chungo leerse todo el libro así...
Solo al principio... luego ya pasas de mirar lo que era cada palabra... y cuando ya llegas a este fragmento (que es del capítulo 21, el último y que no fue publicado en América) ya te has acostubrado y es hasta normal =)
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