jueves, 17 de diciembre de 2009

El mar de fuego

Alfred suspiró, se sentó —o, mejor, se derrumbó— en un rincón y allí se quedó acurrucado, abatido, con las rodillas huesudas a la altura del mentón.
El perro se enroscó al lado de Haplo y apoyó la cabeza en el pecho de éste. El patryn, cómodamente instalado en la cubierta, acarició las orejas del perro y el animal cerró los ojos, meneando el rabo con satisfacción.
—¿Estás despierto, sartán?
Alfred guardó silencio.
—Alfred... —se corrigió Haplo de mala gana.
—Sí, estoy despierto.
—Ya sabes qué será de ti en el Nexo... —Haplo no lo miró mientras hablaba, sino que mantuvo la vista fija en el perro—. Ya sabes lo que te hará mi Señor.
—Sí —respondió Alfred.
Haplo titubeó unos instantes, bien para escoger sus siguientes palabras o bien para decidir si las pronunciaba o no. Cuando tomó al fin una decisión, su voz sonó áspera y cortante, como si acabara de romper alguna barrera interior.
—Por tanto, si estuviera en tu lugar, procuraría no estar por aquí cuando despierte —dijo Haplo al tiempo que cerraba los ojos. Alfred lo miró con perplejidad y, por fin, sonrió suavemente.
—Ya entiendo. Gracias, Haplo.
El patryn no respondió. Su respiración fatigosa se hizo más relajada y regular. Las arrugas de dolor desaparecieron de su rostro y el perro, con un suspiro, se acurrucó más cerca de él.
La Puerta de la Muerte se abrió y los atrajo lentamente a su seno.

El Mar de Fuego
El Ciclo de la Puerta de la Murte # 3
Margaret Weis & Tracy Hickman

2 comentarios:

Mushi dijo...

Mi Señor:

Puedes eliminar Abarrach de tus planes. Tengo pruebas que indican que los sartán y los mensch habitaron una vez esa masa de roca fundida y sin valor. El clima fue demasiado seve­ro para sobrevivir, incluso recurriendo a su poderosa magia. In­tentaron contactar con los otros mundos, pero fracasaron. Aho­ra, sus ciudades se han convertido en sus tumbas. Abarrach está muerto.
Mi Señor, estoy seguro, comprenderá la razón de que no le presente mi informe en persona. Ha surgido una emergencia que me llama lejos del Nexo. A mi regreso de Abarrach, he sabido que el sartán que descubrí en Ariano, el que se hace llamar Alfred, ha cruzado la Puerta de la Muerte. Según mis informacio­nes, ha viajado a Chelestra, el cuarto mundo que crearon los sartán, el mundo del agua. Me propongo seguirlo allí.
Quedo tu hijo devoto y leal.

HAPLO



Haplo, mi hijo devoto y leal, ERES UN EMBUSTERO.


(Informe de Haplo sobre Abarrach, de los archivos del Señor del Nexo e inscripción en el margen del informe.)

Anónimo dijo...

wooo woooo woooo ^^