lunes, 7 de diciembre de 2009

Instrucciones Para Salvar el Mundo

- Ay, Matías, Matías, amigo mío, te veo mal. Te diré una cosa: sé lo que es eso. Sé que a veces la vida aprieta tanto que no te deja sitio para respirar. Y entonces bebo. Y los pulmones respiran alcohol, en vez de oxígeno. Pero no era de eso de lo que te iba a hablar, porque sé que a ti no te gusta demasiado la bebida. Hay otros trucos buenos contra la desesperación, y todos pasan por salir de uno mismo. Del agujero de la propia pena. Beber también te saca de ti mismo porque te anestesia. Es como el enfermo que está anestesiado en un quirofano: pueden cortarle la pierna y no se entera, porque de algún modo no está ahí. Pero ya hemos quedado en que tú no eres partidario del alcohol. Bueno, hay otras maneras de salir de uno mismo, como, por ejemplo, pensar en lo infinitamente grande... ¿Qué es tu dolor de hoy, de este minuto, de esta hora, de este día, incluso de toda tu pequeñísima vida, comparado con los 4.500 millones de años que lleva existiendo la Tiera? Pero todavía funciona mejor pensar en lo muy pequeño. Por ejemplo, en los átomos. Ya sabes que todo lo que existe en el universo está compuesto de átomos. Estan por todas partes. Están en el aire transparente, en las piedras rugosas, en nuestra carne blanda. Y hay tantos, tantísimos átomos en el universo que su número resulta inimaginable. Son cifras inhumanas que no caben en la cabeza. Los átomos unidos de manera más o menos estable forman una molécula. Y para que te hagas una idea, te diré que en un centrímetro cúbico de aire, que es lo que abulta uno de estos dados con los que están jugando en esa mesa tus amigos taxistas, en un dado de esos de aire, digo, hay unos 45.000 millones de millones de moléculas. Ahora mira alrededor e intenta imaginar la exorbitante cantidad de átomos que hay por todas partes. Por añadidura, los átomos, además de ser muchísimos, son practicamente eternos. Duran y duran un tiempo incalculable. De manera que esa cosa tan minúscula es inmensa en número y en persistencia. Los átomos se pasan sus larguísimas vidas moviendose de acá para allá y haciendo y deshaciendo moléculas. Sin duda parte de los átomos que hay en nuestro cuerpo proviene del corazón candente de algún sol lejano. Ya sabes, somos polvo de estrellas.
Y no solo eso: estadísticamente es más que probable que tengamos millones de átomos de cualquiera de los personajes históricos que puedas nombrar. Mil millones de átomos de Cervantes. Y de Madame Curie. Mil millones de Platón y otros mill millones de Cleopatra. Los átomos tardan cierto tiempo en reciclarse, o sea que tienen que pasar bastantes décadas de la muerte de alguien para que sus átomos consigan volver a entrar en el circuito; se puede decir que todos los seres humanos que ha habido en la Tierra víven en mí, y que yo viviré en todos los que vendrán, en el futuro. Y en un tallo de hierba quemado por el sol o en el cuerpo acorazado de un escarabajo.

Instrucciones Para Salvar el Mundo
Rosa Montero

9 comentarios:

Mushi dijo...

mas te ha valido... ^_^ que a mi cada día me cuesta mas encontrar algo que subir...¡que llevamos más de 60 entradas! y no tengo ni una docena de libros aqui en madrid...
dicho esto voy a leer la enrtada =[]

Anónimo dijo...

joo me he pasado lo se, pero lo necesitaba... este libro me ha vuelto a salvar :)

Mushi dijo...

y en un metro cubico de agua hay noventa millones de virus... esos entes que nos "agreden" e "infectan" y sin los cuales el aguan no seria agua... y las nubes no se formarian...

Somos un equilibrio dinamico en el que nuesrtos componentes entran y dejan de formar parte de nosotros...y como la energía (y las leyes de la termodinamica)que no se crea ni se destruye... solo se transfofrma ^_^

Anónimo dijo...

Sii, y no se por qué pero me reconforta :)

Mushi dijo...

¿que no sabes por que pero te reconforta? ¿quieres que te lo diga yo?... y ¿porque llevas un ouroborus en la muñeca? el ciclo eterno... el comiendo del fin o el fin del comienzo... ¿porque uno es todo y todo es uno? ¡¡¡HEN TO PAN!!!

Anónimo dijo...

jajajajaja sii sii, ya... pero piénsalo bien... todo eso tiene menos sentido que la propia vida. Pensar en todo eso solo alivia a las mentes culpables... ese es el truco de la tristeza, lo que se esconde detrás... culpabilidad. Saber que solo eres un puñado de moléculas quita mucho hierro al asunto, y alivia lo que quiera que sea que te hace sentirte culpable... aun así no tiene demasiado sentido... ¿Que mas dan las moléculas? ¿Que mas da el espacio infinito? nunca seremos conscientes de TODO lo que nos rodea o forma y pensar en ello es solo una forma de salir de nosotros... con la única utilidad de hacernos sentir bien y sobrellevar el hecho de que no controlamos nada de lo que nos ocurre y la ansiedad que eso crea. No podemos salvar el mundo. No necesita ser salvado.

Mushi dijo...

se me ha bloqueado mientras escribiaa... a ver si so capaz de repetirlo...
No somos conscientes de Todo... poque no queremos... es mas sencillo ser ignorantes y centrarnos en nuestro ombligo...y ¿para que preocurnos en el resto del Mundo?(sarcasmo...) y con esto me remito a la entrada del otro dia de destrucción...
Y el mundo claro que no necesita ser salvado... estaba antes de que llegaramos y seguira cuando nos hayamos matado(porque nos acabaremos destruyendo...) y aunque parezca una postura comoda... no lo es... somos unos bichos que estamos cambiando de una forma desorbotada el mundo... habrña cambiado... y se reagustara para recuperar su equilibro...

Anónimo dijo...

Eso espero =(

Mushi dijo...

¡pues claro que sii! tengo un profesor (el que nos dijo lo de las bacterias.... y el que se mete con darwin...) que nos dijo en clase:¿vosotros pensais que se estarian gastanto esas millonadas en buscar vida en maarte si no supieran a ciencia cierta que hay chicha? (bueno no lo dijo asi realmente...) pero claro que hay vida en marte ... no hablo de pesonitas ni animaloides ni nada por el estilo... hablo de esos microseres... algunos no considerados ni seres vivos... pero que resultan que son las bases sobre las que se formaron los demas seres... son las palabras del quijote...